jueves, 25 de abril de 2013

Expedición EVEREST - DYNATECH llega al campo 2

La expedición Dynatech Everest llegó al campo base del Everest tras alcanzar el campo 2 de esta montaña. Exhaustos tras el esfuerzo de los dos días anteriores, la llegada al campo base supuso un momento mágico de confort y descanso.

El día anterior madrugaron bastante para enfrentarse a ese enemigo silencioso y peligroso que es la cascada de hielo. Es el primer obstáculo de la ruta, pero no está exento de importancia. Una enorme sucesión de bloques gigantes de hielo que se apilan desde el campo base hasta la planicie del campo 1 que se sitúa a 6.050 metros de altura. 


Para progresar por este caos de hielo se utilizan escaleras de aluminio para atravesar los abismos más importantes y el recorrido es sinuoso, buscando inteligentemente las debilidades de este compacto muro de hielo. El peligro no es evidente, puesto que la perspectiva dentro de este laberinto desaparece, pero cientos de bloques inestables se aferran a un inestable equilibrio.

Este recorrido complejo y laborioso les llevó cerca de 5 horas, habida cuenta del retraso significativo que se produce en los pasos más expuestos debido al gran número de personas que suben a la vez. De cualquier manera, al llegar al campo 1, el sol hizo acto de presencia y el frío del amanecer de forma súbita se transformó en calor sofocante. Un largo camino, ya más plano y seguro, les llevó hasta la morrena lateral donde se sitúa el campo 2, a 6.400 m de altura. 

Allí pasaron la noche, ocupados en fundir nieve para beber e ingerir una pequeña cantidad de alimento difícil de asimilar a esta cota y descansar lo suficiente como para emprender al día siguiente el camino de regreso al campo base. 

Raúl y Carlos cuentan que ha sido una salida corta pero efectiva, en donde han dicho a  sus organismos que se preparen para más altura, que esto no ha hecho ni empezar y que la siguiente salida será a más altura. El proceso de aclimatación propiamente dicho ya ha comenzado.