domingo, 5 de mayo de 2013

Ascensión al Pico Gratal y los pozos de hielo

La sección de Senderismo del Club Montisonense realizó el pasado 5 de Mayo una actividad por las sierras prepirenaicas, concretamente el trayecto fue desde el embalse de Arguis hasta el Pico Gratal. 

Es ésta una excursión muy popular principalmente por su sencillez y por encontrarse a poca distancia de la Capital. En este año tan abundante en precipitaciones, ha sido un gran acierto ascender a esta montaña tan esbelta puesto que al verdor de su cara norte se ha añadido una gran cantidad de flores que poblaban tanto los arbustos como todo el suelo a lo largo del camino. 


La salida se realiza desde la misma presa de Arguis, pantano construido en 1.704 y que es el más antiguo de Aragón. Una vez atravesada la presa se inicia un bello camino junto al pantano, que por estar lleno al 100 % nos ofrece bellas estampas de los arboles brotando reflejados en sus aguas. Pasaremos también bajo un buen pinar, salpicado de hayas cuyos brotes verde clarito son una delicia para la vista, también producían bonitos contrastes algún cerezo en flor o las violetas, narcisos y prímulas entre innumerables plantas en cualquier claro del bosque. 

No tardaremos en encontrar el cortafuegos por el que pasa un gasoducto enterrado, dejamos el cómodo camino e iniciamos una empinada senda que más adelante se meterá entre un auténtico mar de boj y erizón. Cuando salimos a un alto, tenemos que flanquear a la izquierda por un terreno mucho más abierto, y un poco más adelante ya divisamos la figura inconfundible del Pico Gratal. 

Todavía nos falta bajar a una vaguada extensa de prados, y ya el último esfuerzo en la dura ascensión final, ¡menos mal que no es muy larga! Pues a más de uno se le atraganta. 

Al coronar la cima, los trece montañeros y montañeras del Club de Monzón pudieron contemplar las magníficas vistas a todo el alrededor, en especial hacia la Hoya de Huesca, puesto que Gratal es un magnífico mirador. 

Hecho el descanso obligatorio, la vuelta la hicimos por los pozos de Las Calmas, es un recorrido algo más abrupto pero mucho más interesante ya que al hecho de visitar estas curiosas construcciones se añade el precioso bosque de pinar y hayedo que puebla la cara norte de esta sierra tan cercana y por suerte, bastante conocida. 

Una vez descendido el barranco de San Antón, enlazamos con la pista inicial y en poco rato llegaremos a la presa, contentos de haber disfrutado de un pico tan bonito y a la vez del verdor de la primavera que este año parece más fresca y bonita que nunca. 

En pocos días estaremos visitando el Valle de Escuaín, que esperamos que nos dé, si cabe, tantas o más emociones.