domingo, 19 de mayo de 2013

Valle de Escuaín: de Revilla al Circo de Gurrundué

Esta semana sigue el mal tiempo y las tormentas, ya no es novedad así que el domingo día 19 un grupo de trece senderistas del Club Montisonense marcharon de excursión bien preparados para soportar las inclemencias meteorológicas. 

De poco parecían valer las crónicas meteorológicas, pues cualquier nube que pasa se convierte de repente en un aguazón capaz de hacer entrar en frío a cualquiera. Daban una “ventana” de buen tiempo para el domingo, pero cuando nos marchábamos de Monzón directos al Valle de Escuaín, nadie tenía ni idea de si el tiempo aguantaría lo más mínimo. 

Llegamos a la pequeña localidad de Revilla, cuyas casas se encuentran adosadas a las paredes de roca en la que se resguardan como pueden de los fríos del Norte; sus ventanas miran al sur donde se alza impresionante el Castillo Mayor, y es allí donde se dirigen nuestros ojos puesto que las pasadas tardes han dejado un precioso manto de nieve que hace las delicias de los fotógrafos. 


Partimos bien animados hacia la parte alta del pueblo en la que la senda se esconde como si no quisieran los habitantes de estos lugares que descubramos las maravillas que guardan; no es extraño, pues enseguida que hallamos la trocha, descubrimos que es un lindo paseo abierto al valle y cuyos bosques en los que entramos nunca llegan a impedir que nos deleiten tantos encantos. A la derecha, se alzan impresionantes los picos de la Pala Montinier y Puntas Verdes, mientras que por la parte que da al cañón del río Yaga asoman los picos recién nevados de Tozal de Vasones, Pico Ratón y el citado Castillo Mayor. 

La senda no ofrecía dificultad al principio, cruzando el vertiginoso cauce del primer barranco (Angonés) por un moderno puente metálico pero pronto comenzaríamos a encontrar nieve y más nieve que al principio resultaba una solución al suelo ligeramente embarrado. 

Habíamos echado ya un bocado cuando por otro puente sorteamos el segundo barranco, y esta vez sí la capa de nieve comenzó a resultar un problema; arriba en el alto los pinos parecían polos blancos de hielo, abajo el valle estaba más verde que nunca, y sólo bajo nuestros pies parecía haber un problema. 


Hubo que tomar una decisión, y esta no era otra que darnos la vuelta sin llegar al tan preciado Circo de Gurrundué. Hicimos la foto de grupo cual si hubiéramos llegado a nuestro destino, que dejamos para otra mejor ocasión puesto que bastante fortuna estamos teniendo al ver cómo, una tras otra, las negras nubes se descuelgan de los picos más cercanos y pasan de largo sin dejarnos gota. 

El regreso fue por suerte tranquilo y el sol calentaba ligeramente nuestros rostros mientras comentábamos lo fácil que había sido la ruta de hoy. ¡Y es que nos estamos acostumbrando a hacer excursiones más fuertes! 

Llegados a Revilla nos sentamos a comer un segundo bocadillo antes de marcharnos a casa sin habernos mojado con otra cosa que no fuera la nieve que caía de las ramas de los árboles. ¡Bueno, ya vendrán tiempos mejores! 

La próxima actividad que se prevé en el Club es la jornada de convivencia de todas las secciones, el día 2 de Junio en Pineta. Esperamos la asistencia de un buen número de socios. 

Club Montisonense de Montaña - Senderismo