lunes, 30 de diciembre de 2013

domingo, 15 de diciembre de 2013

BELEN MONTAÑERO. Subida al Buñero, Escalada y Comida en la Carrodilla

Hoy es un día especial para el Club Montisonense, desde que se formo el club, se ha ido convirtiendo en clásica la jornada de fin de año que hoy hemos disfrutado. Belén Montañero al Pico Buñero, Escalada en la Zona del Alpargatero y la comida de hermandad de todos los socios y amigos en la Ermita de La Carrodilla. 


Siguiendo la tradición de todos los años, el grupo de senderistas hemos salido desde esta soleada atalaya siguiendo la senda señalizada hacia el Forau del Cocho, que es una especie de covacho donde podemos observar diversas pinturas de arte rupestre, pertenecientes al ciclo esquemático del neolítico (edad de piedra) en transición a la edad de hierro (hace unos 3000 años).


Después de esta interesante visita cultural, volvemos atrás unos 100 metros para ascender al pico por un camino recientemente recuperado, es la antigua senda al pico Buñero que transita primero por dentro de un barranco y después sorteando el carrascal.

En una hora conseguimos llegar a la cima los 29 montañeros y montañeras del Club, a los que se unirán poco después un par de personas más de la sección de BTT que han venido desde Monzón pedaleando. Es un momento siempre agradable ya que desde esta modesta altura podemos contemplar el Pirineo en toda su extensión, también es tiempo de echar un pequeño bocadillo y hacer la foto de grupo junto al vértice geodésico.

Hecho el descansillo, tomamos ahora la pista que desciende en dirección a Calasanz, recorremos las laderas de la sierra en busca de otro camino que termina de cerrar el círculo por el sur de la sierra hasta la Ermita de la Carrodilla.


Mientras recorríamos las sendas de la sierra, el grupo de escaladores formado por socios y los pequeños y no tan pequeños de la Escuela de Escalada del CMM han disfrutado de la conocida Zona del Alpargatero. Una losa que se eleva mirando al sur y que permite escalar unas bonitas vias, en manga corta y mirando al mar de nubes que se aferra al fondo del valle del Cinca.

Unos 25 en total contando acompañantes y familia hemos pasado la mañana subiendo y bajando los diferentes itinerarios, apreciando la diferencia del rocodromo a la roca natural, del tacto de la resina a la piedra caliza. Para algunos la primera vez que escalaban en roca. 


Sobre las 2 unos 60 socios y amigos celebraremos una comida de hermandad todos juntos y pasaremos una muy agradable y soleada tarde que nos despedirá con una puesta de sol y un mar de nubes que hace el deleite de los amantes de la fotografía.


Fotos en Álbumes Picasa.

sábado, 14 de diciembre de 2013

BARRANCO LA PORTIACHA

El día 14 de diciembre despedimos los barrancos del 2013 con un bonito descenso en Guara, el mítico Portiacha, que, aunque corto, siempre deja buen sabor de boca por su exuberante belleza.

Este afluente de la cabecera del río Vero tiene cuatro rápeles, dos de ellos largos, volados y muy espectaculares.



Para estirar un poco más la jornada, puesto que aún no habíamos hecho ni hambre, subimos por el pintoresco “Camino de las escaleretas”, visitando así los Covachos de Gallinero, con pinturas rupestres de arte esquemático del 4000 a.C, y también la enorme Cueva Superior de Lecina. 

Para terminar, y ahora sí, con hambre, celebramos el fin de temporada con una buena comida en el bar de Colungo.



viernes, 6 de diciembre de 2013

Marcha Solidaria

Este año el CMM colaboró con el Desafío Solidario organizado por la Concejalía de Deportes llevando a cabo una marcha soliadaria. Una veintena de personas se congregaron en la Plaza Mayor a las 10h, cada uno colaboraba con una "inscripción" en forma de alimentos para donar cuando termine esta iniciativa que durará todo el mes de diciembre. 


Socios del CMM, amigos, vecinos de Monzón... un variado grupo que a pesar del mal tiempo, la niebla no dejo ver el sol, realizo un recorrido por el paseo del Rio Sosa, hasta la variante por el camino de la Almunia de San Juan que discurre por la Valleta de Tamarite, cruzando el río bajo el viaducto y volviendo por el Camino de Altorricón hasta la Plaza Mayor por la Calle Joaquín Costa. Un recorrido sencillo que permitió un ambiente distendido y una buena jornada de convivencia por una buena causa.


domingo, 1 de diciembre de 2013

Vuelta a los Mallos de Agüero

Casi todo el mundo conoce los Mallos de Riglos, que además de ser un lugar de referencia para escaladores y paisajistas tienen recientemente un protagonismo especial en un anuncio de televisión. El Club Montisonense ha organizado este domingo una excursión cerca de allí, a otros mallos menos visitados pero también preciosos, están junto a la población de Agüero.


 Un total de catorce senderistas viajamos hasta Murillo de Gállego, en la carretera que va de Huesca hacia Pamplona. Es un buen lugar para dejar los coches, también al ser punto de paso existen numerosas instalaciones de servicios así que tomamos un café allí mismo. Como afuera soplaba un viento helador nos abrigamos bien y tomamos el sendero GR-1 cuya trazada es en parte compartida por el sendero Natural de la Hoya de Huesca;  las calles de este bonito pueblo están muy arregladas y sus casas conservan todo el esplendor del pasado al estar muchas de ellas construidas en piedra, lo que permite disfrutar de cada detalle constructivo.  Cuando salimos del núcleo urbano veremos que la senda está muy limpia y bien señalizada, pasando enseguida por la fuente Vieja que abastecía al pueblo en la antigüedad.

Continuamos por el camino medieval empedrado bordeando campos de olivos y almendros sin perder de vista las montañas más cercanas e imponentes, los Mallos de Riglos y la Peña Rueba. Hacemos un par de paradas, la primera a comer madroños maduros y sabrosos, la segunda bajo a una enorme carrasca donde no podremos evitar hacer alguna foto, como también ocurrirá acto seguido cuando a las puertas de Agüero contemplamos desde un alto todo el pueblo y a su lado esas impresionantes moles de conglomerado que son los famosos Mallos. Sin ser excesivamente altos, sí tienen un encanto especial por su silueta, que seduce a todo el grupo e invita a entrar en el pueblo a toda prisa. ¡Que poder de atracción ejercen! Pero aún más lo harán las calles de este punto de destino tan bello como el que visitamos antes ó más. Agüero es un pueblo precioso, exquisito diría yo, no dejamos de mirar las puertas de las casas cada una con su nombre, sus porticadas, la magnífica iglesia parroquial y sus gentes aún más agradables.


La casualidad quiso que habláramos con el Teniente de Alcalde, quien nos ofreció visitar el Museo del Órgano, pero antes teníamos que dar la vuelta a los Mallos por un sendero que no ofrece apenas dificultad. Tranquilamente rodeamos la montaña mirando hacia arriba de estas y otras verticales peñas sobrevoladas por los buitres, que tienen en sus recovecos numerosísimas nidadas, siendo una excepcional reserva de estas rapaces. El viento ya hace mucho que no sopla, en cambio el sol resplandece haciendo el mediodía cálido y agradable. 

Tal como habíamos quedado, de regreso hicimos una visita cultural al museo que nos dejó muy sorprendidos, tanto por la cantidad de objetos y reliquias como por las explicaciones del improvisado guía quien atendió todas nuestras preguntas. Según nos cuentan, el párroco (recientemente fallecido) se dedicaba a reparar órganos, de ahí la acumulación de piezas que permitieron hacer el museo. Además, varios vecinos nos acompañaron a ver la Iglesia románica de Santiago, del siglo XII, situada en un alto a un par de quilómetros de Agüero, que fue proyecto de monasterio dependiente de San Juan de la Peña.  A pesar de que no llegó a concluirse, esta obra está catalogada como Monumento Nacional. Cualquiera que venga a Agüero no puede perderse esta obra de arte tan grande como bien conservada, pues la cantidad de detalles que la adornan la hacen ser toda una referencia del románico.


Nos despedimos de estas gentes tan amables, ¡qué bien nos trataron! y retomamos nuestra andada entre pinares hacia el camino de Murillo, donde finalizamos nuestro particular recorrido, como siempre con buen humor y la sensación de haber estado en un lugar realmente bello y provechoso.

Nos despedimos por poco tiempo, pues el próximo 15 de diciembre haremos la tradicional subida del belén montañero al pico Buñero, y la no menos importante comida en la Ermita de La Carrodilla de todos los socios del Club. ¡Nos vemos!